viernes, 16 de abril de 2021

Salomón sin la reina de Saba: Mendaña y Sarmiento en Guadalcanal

Dicen que fue Orson Welles, antes de venirse a España a ver corridas, el que dijo aquello de que los tres mejores directores de la historia del cine habían sido, por este orden, "John Ford, John Ford y John Ford". No le quitaremos la razón a don Orson. El genio de Maine se ve muchas veces asociado a paisajes semidesérticos como el Monument Valley, aunque rodó joyas ambientadas en Irlanda e incluso en la Polinesia. Lo que no suele ser tan conocido (bueno, no nos engañemos, sí que es conocido) es que Ford colaboró muy activamente en el esfuerzo de guerra norteamericano en la Segunda Guerra Mundial rodando documentales para mejorar la higiene sexual de los soldados (sip, en 1942) o filmando él mismo, con su mecanismo y en primerísima persona, la batalla de Midway y el desembarco de Normandía, entre otras acciones de guerra. 

Sip, John Forn in person dirigió esto. (capturado de Youtube)
La batalla de Midway tuvo lugar justo 6 meses después de Pearl Harbor y fue la primera gran victoria norteamericana en el Pacífico. Otros dos meses más tarde se produjo la primera ofensiva terrestre de los yankees en una remota isla al suroeste del Pacífico con un sonorísimo nombre: Guadalcanal.

Los más avezados lectores de profundosoconfusos ya se habrán ido maliciando que ese nombre muy aborigen de la zona no suena. Japonés...como que no, yankee no es, ni tampoco inglés, holandés, o de cualquier otro de los países cuyas armadas pasaron en alguna ocasión por la zona, bien es cierto que décadas o incluso siglos después de que... sí, lo habéis adivinado, unas cuantas docenas de hispanos metidos en dos barcos se fueran a buscar la Terra Firme que deducían debía existir por allí. Esa Terra Firme no la encontraron, pero la expedición de Álvaro de Mendaña se hartó de encontrar islas en los mares del sur.

Y, claro, alguien decidió ponerle el nombre de su pueblo a alguna de esas islas que acababan de situar en el mapa  allá por los 60s del siglo XVI. Por ejemplo, el de Guadalcanal, provincia de Sevilla.

Como en este blog somos muy fans de quienes nos dan el trabajo hecho, vamos a entrar en el temita siguiendo básicamente dos escritos: la relación que el propio Mendaña hizo llegar al rey Felipe II y la de Hernando Gallego, natural de La Coruña y piloto de la expedición, que quedaron recogidos con el pomposo (pero en el formato habitual) nombre de:


Relación cierta y verdadera de la navegación de las Islas del Poniente en la Mar del Sur


Antes de empezar he de confesar que, como viene siendo tristemente habitual, no he encontrado la versión original de la relación de Gallego, sino una traducción al inglés recogida en un libro impreso en Londres en 1901 por la Hakluyt Society, pero encontrado en una biblioteca de Berkeley.

En fin, al lío.

En 1567 (o 1566, luego explico por qué la duda), hacía sólo 45 años que Elcano había vuelto de su sailabout, 40 que la había palmado durante la expedición de Loaisa, en la que pasó el testigo a Andrés de Urdaneta y sólo 1 (o 2) que el propio Urdaneta había completado el Tornaviaje. También hacía sólo unos 30 años que se habían fundado Lima y Callao, pero en aquella época los españoles no se andaban con tonteridas y se dieron una priesa sorprendente en cubrir lo más que pudieron la inmensidad del Pacífico. 

Pues ya que don Lope era de Ponferrada,
vamos a poner una foto de las Médulas
Lope García de Castro, natural de Villanueva de Valdueza (Ponferrada) era a la sazón el séptimo Gobernador del Virreinato del Perú y recibió la orden del rey Felipe de mandar expediciones para buscar las islas y Tierra firme que se sabía existía al suroeste del Pacífico. Don Lope encargó tal empresa a su sobrino (Mendaña) a pesar de haber tenido otros tres voluntarios, siendo uno de ellos don Pedro Sarmiento de Gamboa, que tendrá su entrada propia por estos lares más pronto que tarde, y los otros don Pedro de Ahedo y Diego Maldonado, que incluso financiaban el asunto. El caso es que al final el mochuelo le cayó al sobrino de veintidós añitos, aunque Sarmiento recibió el premio de consolación de ser nombrado capitán de la capitana, valga la rebuznancia. Los temas de personal son shungos siempre, pero a la hora de programar una expedición al quinto pino son de una importancia capital y... digamos que el ponferradino la cagó defecó. Pero bien cagada defecada, vamos. 

Pero no nos adelantemos; el miércoles 19 de Noviembre de 1567 (aunque Gallego anota 1566, no sabía ni en qué año vivía, el tío, pero vamos, que no hay duda que es 1567 por muchas otras referencias) partían del Callao a bordo del Los Reyes y el Todos los Santos los siguientes:
  • Álvaro de Mendaña, general de la expedición
  • Pedro Ortega Valencia, maese de campo
  • Fernando Enríquez, Alférez General
  • Pedro Sarmiento de Gamboa, capitán de la Capitana
  • Hernán Gallego, piloto mayor
  • Otros tres pilotos
  • 4 frays franciscanos. Ninguna expedición sin sus frays.
  • 157 bípedos implumes entre marineros, soldados y esclavos (Gallego dice 100, pero he visto 157 en otras fuentes y visto lo visto con el chaval... seguro que eran 157)

No nos cuentan demasiadas cosas de lo que sucedió durante la travesía del Pacífico, salvo que el 30 de Noviembre chocaron contra una ballena (que ya hay que tener mala suerte, con lo grande que es el Pacífico) y estuvieron a punto de irse a pique. Tanto Mendaña como Gallego pasan casi de puntillas por un hecho fundamental en la expedición, y es que a mediados de diciembre abandonan la latitud que habían llevado en toda la travesía hacia el oeste (entre 15,5º y 16ºS) y Gallego dice que ÉL decide navegar algo más al norte, mientras que Mendaña afirma que fue idea suya pasar a 6ºS. Lo que los dos callan es que Sarmiento era de la opinión contraria y sugirió ir aún más al sur, a los 23ºS. De hecho Sarmiento había propuesto su expedición al Gobernador con unas intenciones bastante precisas de navegar por esa latitud. De haber hecho caso a Sarmiento, la cosa hubiera sido muy, muy distinta. Pero que muy.

Antes os he engañado miserablemente ya que no sólo vamos a seguir dos relaciones del viaje, sino TRES porque, por supuesto, Pedro Sarmiento también escribió la suya. De relaciones no iremos cortos, no... Pues bien, en su relación don Pedro dejaba caer que el Gobernador le había dado a él la última palabra sobre los derroteros de la travesía, pero que el dúo Mendaña-Gallego pasaron de él desde el primer minuto. Lo que parece sospechoso es que Sarmiento tuviera esa certidumbre de la latitud en la que navegar... 

En cualquier caso lo que queda claro es que en la expedición ya se habían formado al menos dos bandos: Mendaña + Gallego iban a lo suyo e ignoraban, cuando no despreciaban, a Sarmiento. Además, tiene pinta de que Gallego tampoco es que fuera muy disciplinado frente a su jefe y en varias ocasiones hizo lo que le vino en gana, generalmente tendente a no meterse en líos y hacer la expedición lo más corta posible. En fin, que como siempre decimos, aquí todo el mundo va a lo suyo. Menos yo, que voy a lo mío.

El 15 de enero de 1568 tocan su primera isla (es un decir, porque la vieron pero pasaron de largo sin desembarcar. Entre otras cosas porque Gallego se hizo el sueco y cuando quiso contestar ya se habían pasado. Les dio tiempo a ver que estaba habitada por aborígenes "mulatos") a la que llaman Isla de Jesús (un atolón en la actual Tuvalu). Un par de semanas después se encuentran con otro atolón, probablemente el actual Ongtong Java, que es nada menos que uno de los atolones más grandes del mundo, y que ellos llaman La Candelaria.

De momento nos hemos cruzado ese pedazo de Océano Pacífico para ver dos atolones y de lejos... pero las cosas cambiarían de inmediato.

El día 7 de Febrero de 1568 por fin se avista una isla comilfó, una isla ligeramente más pequeña que Mallorca, pero sin turistas alemanes (al menos entonces). Le pusieron Santa Ysabel de la Estrella y hoy sigue llamándose Santa Isabel, parte de ya de las Salomón. Aquí Gallego se tira un rollo de autobombo sobre como él solito se atrevió a buscar por donde cruzar el arrecife que les separaba de la costa que... no me resisto a poneros un extracto:

"Mandé recado a Juan Enríquez, que estaba en el bote, de que debía acercarse a la costa y buscar un lugar para anclar los barcos pero, viendo tantos arrecifes, volvió al barco. Cuando vi que no lo iba a hacer, yo mismo me subí al bote para ir a buscar un fondeadero, pero los que estaban en el barco vieron mi determinación y no me querían dejar ir. Ante esto, el general mandó órdenes a Juan Enríquez de que debía volver a buscar fondeadero. Yo dije que lo haría yo mismo con los barcos porque todo eso era una pérdida de tiempo..."


Fondeando, que es gerundio.
Por cierto, el nombre de Santa Ysabel de la Estrella le cayó a la isla porque en el rato que Gallego andaba chuleando de habilidad marinera se veía una estrella en el cielo a pleno día. Seguramente era Venus, no una estrella, pero Santa Ysabel de Venus quedaba pedor. Ah, otra cosa: Gallego anotó latitud "8 grados menos 10 minutos" en el fondeadero, así que debieron echar el ancla en una de estas dos ensenadas cerca de Bolitei.

Llamárase como se llamase, esa isla ya era una isla más que decente. Se tomó posesión della en nombre del Rey, plantaron una cruz y los frays dijeron misa. Hecho todo lo cual, ¡al lío! los expedicionarios se pusieron a explorar. La isla estaba habitada y hasta conocemos los nombres de algunos caudillos locales o Tauriquis: Biley Banharra, Salacai, Riquia, Havi... Mendaña y sus cuates poco más o menos que cumplieron con el decálogo del buen conquistador echando virutas: aparte de tomar posesión, poner la cruz, decir misa, establecer contacto con los aborígenes, mandar expediciones tierra adentro, etc. que son cosas de primer curso de "Ciencias de la Exploración", ellos se pusieron a construir un bergantín para moverse con más facilidad por esas costas, cosa que ya entra en el programa avanzado de los "Exploración y Conquista".

Mientras esperaban que el bergantín pudiera ponerse a flote, fueron enviando distintas avanzadillas por tierra y entablando contacto con los aborígenes. Gallego, por ejemplo,  dedujo con una perspicacia digna de encomio que los aborígenes le daban a pescado y a carne. En concreto a carne humana: 
"Un día llegaron a puerto catorce canoas armadas que se acercaron al lugar en que estábamos construyendo el bergantín mientras escuchábamos misa en la orilla; y el cacique principal de ellos, llamado un Taurique, envió una representación al general con un regalo, que era un cuarto de un muchacho con su brazo y mano y algunas raíces de benaus. Ante esto, el general ordenó que se retirara para que pudieran entender que no comíamos carne humana. Y ordenó que se enterrara ante ellos, ante lo que se avergonzaron mucho y agacharon la cabeza..."

No sé cómo pudo deducir lo de que comían carne humana...

De las escaramuzas de Sarmiento no hay fotos.
Ésta, de la wiki, es en el mismo sitio unos
375 años después.
En los 54 días que tardaron en construir el bergantín se sucedieron las expediciones y la participación en el Juego de Tronos con taparrabos que era aquella isla, con luchas y tiranteces entre el taurique Biley Banharra, el taurique Meta, el taurique Babalay y algunas otras tribus. A partir del 4 de abril, que fue cuando terminaron el barco, la cosa fue igual pero por mar. Costeando fueron encontrando tribus, caciques e islas, muchas islas: La Galera, Buenavista, Florida, San Dimas, Isla de Ramos (por llegar a ella el domingo de ídem), San Jorge, Isla de Flores... y, el 11 de Mayo de 1568 (pronto hará 453 años), Guadalcanal, nombrada así por el maestre de campo Pedro Ortega en honor a su pueblo en Sevilla, como ya sabemos. Aquí el taurique se llamaba Mano y al principio pareció amistoso y coleguita, pero en algún momento se le cruzaron los cables y se pasó por la piedra a nueve expedicionarios, así que Pedro Sarmiento (dice que) encabezó una expedición de castigo de nueve días por el interior en la que muchos amigos no creo que hiciera... literalmente:  "...los isleños fueron castigados y rechazados y los españoles recuperaron su prestigio, y los otros tuvieron gran temor."

Después de eso se quedaron unos 40 días en la isla, suficiente para comprobar que era una isla fértil, rica en jengibre, canela, clavo y alguna otra especia y adecuada para agricultura y ganadería. Como era de esperar (esto siempre es de esperar), aunque no se encontró oro algún aborigen listo convenció a parte de los expedicionarios de que allí no, pero un poco más allá había oro, perlas y, básicamente, lo que ellos quisieran que hubiera. Fuera por eso, por la hostilidad de algunas de las tribus locales, por la falta de pertrechos o por que la expedición nunca es que fuera demasiado profesional, nuestros barbudos con morrión fueron alejándose poco a poco de la misión encomendada, que era asentarse, colonizar y cristianar. Finalmente, hartos de descubrir islas, de escaramuzas, de cristianos heridos e indios muertos en represalia, en julio de 1568 se organizó una asamblea para decidir qué hacer... y decidieron volverse. Según Mendaña:

"... como no teníamos provisiones para continuar descubriendo nuevas tierras, reuní a la compañía, capitanes, soldados así como pilotos y marineros, y les pregunté a todos sin distinción qué era lo mejor que podíamos hacer, y si debíamos asentarnos allí o no. Fueron todos de la opinión de que debíamos volver y dar cuenta de lo que habíamos hecho, porque éramos muy pocos para asentarnos, y la mayoría estábamos enfermos; además estábamos escasos de munición, como plomo y yesca, y la mayoría de los cerrojos de los arcabuces estaban dañados y algunos habían reventado; que esta tierra era tan remota que los que allí se asentaran no podrían ser socorridos y que lo mejor para el servicio de su Majestad era volver y dar cuenta de lo hecho pero que, a pesar de eso, si les pedía que se quedaran, lo harían"

Así que el 11 de Agosto de 1568 iniciaron el viaje de vuelta. Mendaña dice que era de la opinión de tirar hacia el sur y luego este, directo a Chile, pero los pilotos le dijeron que, aunque él fuera patrón, ellos eran marineros y en este caso mandaban ellos (¿¡Cómo puedo ser tan ingenioso?!). En serio. Literalmente: "El hombre de tierra razona, el de mar navega" Piltrafilla, añado yo. Peeeeeeeero según Mendaña se hizo lo que él dijo y tiraron para el sur-sureste (o, mejor dicho, lo intentaron) durante casi un mes. A primeros de Septiembre los pilotos le volvieron a rogar cambiar de rumbo y Mendaña cedió. A partir de este punto Sarmiento casi no cuenta nada en su relación pero Gallego va dando todas las coordenadas diarias según subían hacia el norte, cruzaban el ecuador, tocaban las Islas Marshall (Musquillo)....

Dispuestos a seguir preparando el terreno para los yankees en la 2ªGM con casi 400 años de adelanto, el 2 y 3 de octubre hicieron aguada en la que llamaron isla de San Francisco, hoy isla de Wake que sería atacada por los japoneses casi a la vez que Pearl Harbor en 1941. El 7 de Octubre cruzaron el trópico de Cáncer y continuaron hacia el norte-noreste. Los pilotos sabían que tenían que tocar costa en lo que entonces se conocía como Cabo de Fortunas (actual Point Arenas en California, a unos 39ºN) y hacia allá que tiraron. Por cierto, seguro que estáis echando de menos algo... correcto, una peaso de tormenta que se encontraron el 17 de Octubre a unos 31ºN. La tormenta fue de tal calibre que en ambas naves decidieron cortar los palos mayores, perdieron botes y aparejos y además se perdieron de vista (durante 3 meses, nada menos). A partir de esos días comenzaron a pasarlas realmente canutas: escasísimos de agua y de comida, con la mayor parte de la tripulación hecha paté, con tormentas frecuentes... aún así aguantaron hasta el 20 de diciembre en que finalmente la Capitana vio  tierra, mucho más al sur de lo previsto, en la actual Baja California, probablemente en la actual Bahía de Sebastián Vizcaíno. Tanto el barco como los bípedos implumes que los ocupaban estaban, más que en situación manifiestamente mejorable, en un estado absolutamente lamentable, pero no les quedaba más remedio que seguir costeando como pudieron hasta que, por fin, alcanzaron un puerto en el que poder descansar: Santiago de Colima, actual Manzanillo. 

Cosas del destino, al día siguiente, el 24 de enero de 1569 apareció la Almiranta en el mismo puerto. Ambas tripulaciones estaban convencidas que la otra nave había naufragado en el tormentón, pero una vez juntas en Manzanillo se quedaron 40 días descansando para recuperar  a los enfermos. Habían tenido unas 40 bajas en los 5 meses que les costó cruzar de vuelta el Pacífico. Una vez recuperados siguieron bajando hasta Nicaragua, donde por fin pudieron reparar los barcos para el último tramo de la travesía hasta Callao, puerto en el que entraron tanto Mendaña como Gallego el 11 de Septiembre de 1569.

¿Y Pedro Sarmiento?¿No llegó con ellos? ¿Acaso la había diñado? Pues no, aún estaba vivo, pero no llegó al Callao con la expedición. Ni Gallego ni Mendaña hacen mención en su relación, pero Sarmiento en la suya dice él quería declarar y protestar ante el Rey para darle evidencia, se supone que de lo mal que se había gestionado todo el viaje, así que Mendaña lo apresó en Manzanillo para después dejarlo en el Realejo (Nicaragua). No sólo eso, tras apresarlo destruyó todos los documentos que don Pedro había generado, cartas náuticas incluidas. El hecho de que Mendaña lo dejara atrás y saliera por piernas puede hacer pensar que no las tenía todas consigo. La cosa es que en cuanto Sarmiento se enteró de que Lope García de Castro (recordad, tío de Mendaña) había dejado de ser Gobernador de Perú (ese mismo año, poco después de la llegada a Perú de lo que quedó de la expedición), volvió, fue escuchado y exonerado de cualquier culpa. No hay más preguntas, señoría.

Como cierre, vamos a poner el último párrafo de la relación de Sarmiento. Así, como diciendo...

"No pudieron obtener mucha información sobre el país porque ni tuvieron suficiente tiempo, ni el General quiso examinarlo ni tomar posesión de él. De esta relación se desprende que las buenas tierras para obtener oro se encuentran a mano izquierda hacia el sur, enfrente de Chile"

Como os dije, Sarmiento volverá a visitarnos pronto y le echaremos de nuevo cuenta a sus cuitas con Mendaña...

Hasta entonces, con Dios.




sábado, 30 de enero de 2021

Panolys en la Nueva Nueva España (VII): Nunca quise ir a LA

 

Bien, queridos ninios, cerremos el asunto de la Nueva Nueva España, que había quedado colgando y sin rematar y, además (no me lo credo ni yo), creo que tengo nuevo tema para una entrada de las formales. Veremos si se sustancia.


El famosérrimo y prescindible muelle de Santa Mónica

Nos habíamos quedado con ben sabor de boca en la última misión visitada, La purísima de Lompoc. Desde allí nos fuimos a -Insertar aquí barrio shungo de vuestra ciudad- con playa. Originalmente tenía alojamiento al lado del DolbyTheatre en Hollywood, pero me dejé convencer de cambiar a Santa Mónica. No es que Hollywood hubiera sido mucho mejor, la verdad es que ambos sitios me parecieron bastante poco atractivos… será porque se acababa el Panolyviaje, no sé. A lo que voy: que Santa Mónica muy mal, el muelle un truño, mucha gente malencarada y turista perdido, la playa aún pedor que cualquier playa de las costas de Somalia rodeado de señores de la guerra con hienas encadenadas de animal de compañía, el hotel carísimo y malo (un Marriott, ojo. Bueno, a ver, el hotel en sí no era malo, pero el trato fue tirando a pésimo). Aquí debe haberse asentado otra raza diferente, porque lo que había sido amabilidad y buenrollismo todo el viaje se transformó en bordería y refunfuñaje. Ya digo que, al contrario que Loquillo, nunca quise ir a LA, pero era un trago que había que pasar.


Er Mushasho en el Observatorio Griffith con una visibilidad manifiestamente mejorable de la ciudad

A los únicos sitios que nos movimos fue al observatorio Griffith (34.119038, -118.300485), a afotar el cartel de Hollywood desde un par de sitios  (34.126575, -118.326417, por ejemplo. Aquí me calzaron una multa de 62 USD por aparcar mirando pabajo en lugar de parriba). Obviamente Los Ángeles es una ciudad muy relacionable con el cine y hay mil sitios que recordar de alguna película. Pooooor ejemplo, me permito recordar el observatorio Griffith a través de Rebelde sin causa (claro) y para el cartelón de HOLLYWOOD vamos a ser algo más originales y recomendar Argo que, aparte de ser una película bastante apreciable, lo muestra hecho porvo y medio derruido como estaba en los '70. 


Aquí fue donde la multa

De allí nos fuimos al paseo de la fama en Hollywood Boulevard a ver las huellas, las estrellas, el glamour…. A ver cómo os explico… Esa zona tiene pinta de polígono industrial de las afueras, de esos que han puesto un megachino y un restaurante “Gran Muralla” o “Hong Kong City” con pagodas falsas de plástico, sólo que lleno de turistas mirando nosequé con admiración. De verdad, todo muy, pero que muy, cutre salchichero. Además, como buena meca del cine, no sólo es que sea cutre, es que parece un decorado, quicir, detrás no hay nada más que edificios feos, solares y aparcamientos. No esperaba gran cosa y me encontré menos aún. Eso tuvo su parte buena para la Famiglia, ya que el bajón fue tal que ni media protesta hice ante la alternativa de volver al hotel y pasar la tarde en la playa. Así que me hice foto en las huellas del gran Mario Moreno “Cantinflas”, comimos una guarrerida infame enfrente del teatro Chino TCL y nos largamos con viento fresco (es un decir, hacía un calor sahariano). La única sorpresa positiva fue que el parking fue barato.

Y aquí viene bien comentar la segunda gran contradicción de este gran país, después del papel higiénico finorris: las monedas. Hay básicamente dos cosas que siguen funcionando con monedas en los EEUU, aunque en ambos casos el pago con tarjeta está viniendo a solucionarles a estos paisanos su cabezonería: las lavanderías y los parquímetros. Sobre las monedas hay dos cosas de Aurora Boreal:

  • Las de uso y circulación común son básicamente 4: de 1, 5, 10 y 25 centavos. Hay también de 50 c y de 1 USD, pero esas no se ven. Eso quiere decir que por cima de unos 0,22 € no hay moneda, ya pasas al billete de 1 USD. A ver, almas de cántaro, con la afición que le tenéis a las monedas en parquímetros y lavanderías, en las que no es anormal tener que meter 3 o 4 dólares para lavar y otros 3 o 4 para secar  ¿no os parece, digamos, poco operativo tener que hacer eso con 4 monedas por dólar? Literalmente tienes que ir con un saquito. En las lavanderías vaya que vaya, suele haber máquinas de cambio, pero en los parquímetros te ves fotut. Ya digo que ahora hay muchos parquímetros que admiten tarjeta, lo que debe ser carísimo, porque siguen con la técnica de 1 parquímetro por coche.

  • Lo que es de juzgado de guardia es que la moneda de 10 centavos se llama One Dime. Vale, perfecto, como nosotros le pusimos “rubia” a la peseta o “duro” a las 5 pesetas. Lo que ya no es normal es que en la moneda ponga “One Dime” y no 10 c. ¿Os imagináis una moneda de “cinco duros”? Y el turista despistao que arree… Si, a la primera ya lo has pillado, pero no deja de ser una estupidez.


La playuqui de Santa Mónica

El camino hacia Santa Mónica lo hicimos por Beverly Hills, recorriéndonos completo el Sunset Boulevard. Que sí, que muy pijo y molón y tal, pero ni paramos. Y eso que quería haber hecho una foto al hotel del a portada de “Hotel California” de los Eagles o, sencilamente otro en el cartel de la calle d¡que da nombre a la obra maestra que es "El crepúsculo de los Dioses" pero ni eso. Se me había ido quitando la ilusión a lo largo de la cutre mañana. Volvemos a la playa. Nos acercamos a la zona de la antigua Muscle beach, al lado del muelle de Santa Mónica que tanto nos había gustado la noche anterior. ¡Ah! Se me olvidó comentar que en el pugnetero muelle ese se supone que termina la ruta 66. La Famiglia se bañó y yo paseé y esperé la puesta de sol. No soy yo quien para juzgar playas porque todas me parecen un horror, pero ésta no debe ser de las buenas. A cambio, ofrece algunas posibilidades medio decentes de fotografiar puestas de sol.

Al día siguiente ya nos volvíamos, así que habíamos reservado la mañana para hacer bien el equipaje, las cuatro compras de rigor en un outlet...he de decir que en eso la Famiglia se portó estupendamente, cayeron sólo un par de Levi’s y otro par de camisetas. De hecho, como ya os dije, er mushasho había descubierto en San Luis Obispo el Ross (dress for less) y fuimos a uno en LA. Se compró dos camisetas de ultrasaldo de nosequé marca carísima de moda entre los surferos o patinadores o algo.

De ahí al aeropuerto y para casita.

Y, más o menos, eso es todo lo que puedo decir sobre la Nueva Nueva España sin enrollarme demasiado. Si, ya sé, es un final un poco anticlimático pero es que, de verdad, Los Ángeles me pareció un horror. Seguro que si vas a lo que vas y le dedicas tiempo tiene que ser una ciudad interesante, pero hay que tener mucha predisposición... especialmente después de todo lo bien que había salido lo anterior.



Panolyviajómetro: 8/10 (como referencia: Islandia 8,5/10, Croacia 5,5/10). Los dos últimos días en Los Ángeles privaron a la ruta por la Nueva Nueva España de, como poco, empatar con Islandia a la cabeza del Panolyviajómetro.



Con Dios

martes, 4 de agosto de 2020

Panolys en la Nueva Nueva España (VI): de Frisco a LA


 NOTAS: Uno de los motivos por los que estoy tardando más de la cuenta en actualizar el relato es que blogger ha cambiado de interfaz y en el nuevo hay ciertas cosas que no están bien resueltas, como la ubicación de las fotos . Como veréis, no he conseguido más que dejarlas en medio como pasmarotes. Da un aspecto horrible, pero no consigo arreglarlo de momento (NOTA POSTERIOR: Parcialmente arreglado). El segundo motivo es que ha coincidido la rabia antiestatuas justo ahora, justo con la entrada en que hablaba de ella. Me estuve pensando si dedicarle una buena parte del relato, pero no creo que pueda hacer justicia, así que va a ser que no. Lo mencionaremos, en cualquier caso.



El poderoso Eclipse bajando por Lombard


...y tocaba madrugón porque era sábado y quería llegar a un determinado sitio antes de que se colapsaran los aparcamientos y no dejaran entrar. Este fue uno de los días que más renuncias tuve que hacer al programar: ni parada en Palo Alto/Stanford, ni en Mountain View (Cupertino=kk), ni en Laguna Seca, ni en 17 mile drive… al final decidí(mos) algo menos clásico: ir directos a Point Lobos. La ventaja de salir tan temprano es que me pegué el capricho de bajar en coche por Lombard, parar el coche en medio de la calle, bajarme y hacerle una foto al poderoso Eclipse sin molestar a nadie. Cumplimos objetivo y llegamos a eso de las 0900 a las inmediaciones del parque estatal, tan en hora que nos concedimos un desayuno formal. En un Starbucks, no os vayáis a pensar. De ahí directos a Point Lobos (36.518786, -121.949781), que ya tenía bastante afluencia, pero aún dejaban entrar sin problemas. Justo ese cabo estaba cubierto por nubes bajas, así que la visita no fue tan bonita como esperaba, pero el parque parece muy interesante. Recorrimos varias de las calas tranquilamente viendo pajarracos, focas, leones marinos y nada de sol. Con él debe ser espectacular.

Er Mushasho contemplando las evoluciones natatorias
de una foca (que sale en la foto) en Point Lobos


A continuación fuimos a una de las paradas obligatorias del viaje: la misión de San Carlos Borromeo de Carmelo (36.543342, -121.919531) en Carmel by the Sea, el pueblo del que Clint fue cherif, quicir, alcalde. Pequeña y relativa decepción, da la impresión de haber sido construida ayer para albergar un outlet modenno. Menos mal que al día siguiente vimos por fin una misión como es debido. 

Tal y como estaba el cielo y viendo que Monterey parecía soleado, metimos una de las variantes previstas: retroceder a comer en Cannery Row (36.614242, -121.898954). Cannery row es una zona de restaurantes y algún hotel junto a la costa en la parte sur de la bahía de Monterrey, casi al comienzo de la visitadísima 17-mile drive, que nosotros nos saltamos ya por cierto hastío. Así dicho parece chic y tal; de hecho tiene muy buen aspecto y mucha animación, pero si caes en la cuen de que estás paseando por antiguas plantas de enlatado de sardinas… mola menos. El caso es que está muy animado, hacía muy bueno y nos reconfortó el ánimo el fish&chips que nos tomamos mirando la playa. Lo que no me gustó tanto fue comprobar que, en algún momento, existió una marca de sardinas en lata llamada Portola (no Portolá, claro). Toma ya, les fundas todas las ciudades importantes del estado (en concreto y específicamente Monterrey, justo en la que estamos), se lo mapeas, les trazas los caminos y lo abres al mundo… y te dedican una lata de sardinas. Ya hablaremos del nefastísimo trabajo que ha hecho España y lo que se está permitiendo que según quienes digan de SU propio pasado. Lo dejo por ahora, que me enciendo (por si alguien quiere saber del ilerdense Portolá, aquí la entrada que tuvo en su momento
)

Bien, nada más comer partimos hacia el sur por la carretera de la costa (Cabrillo Hwy, en honor al primer europedo que oficialmente pisó California en 1542: Juan Rodríguez Cabrillo, aunque yo creo que es posible que fuera Alarcón un par de años antes en un arabesco colateral de la expedición de Coronado, pero no me voy a enrollar), atravesando el Big Sur con paradas obligadas pero a pie de carretera en el Puente Bixby (36.372490, -121.902900) y la cala McWay (36.158916, -121.670468). En el puente Bixby fue en el único sitio en el que nos encontramos gente, digamos, no amable. Varios lugareños mostraron a gritos desde su coche que no tenían demasiada simpatía por los turistas que ralentizaban la circulación. Algo de “Tourists Lock off!” gritaban. Bueno, igual no era Lock. 


La cala Mcway con su cascadita.
Es más idílica en foto que al natural, pero mola igualmente

A partir de ahí la carretera se descurviza un tanto y ya enfilamos hacia Cambria, donde hacíamos noche, previa última parada a ver los elefantes marinos del Elephant Seal Vista Point (35.662982, -121.257140) en la que puede ser considerada casi una parada AnlTVECI, S. Tienen una historia curiosa los elefantes estos: los miles que hay ahora a lo largo de la costa Pacífica de las Californias derivan de 15 o 20 ejemplares que quedaron vivos en algún islote perdido después de que los cazaran como si no hubiera mañana por sus grasotas. Hay una frase de la wiki que no me resisto a copiar: 


“They were thought to be extinct in 1884 until a remnant population of eight individuals was discovered on Guadalupe Island in 1892 by a Smithsonian expedition, who promptly killed seven of the eight for their collections” (En 1884 se pensaba que se habían extinguido, hasta que una una expedición del Smithsonian encontró una población residual de 8 ejemplares en la isla de Guadalupe en 1892. Inmediatamente mataron a 7 de los 8 para sus colecciones)"

 
Eso es una expedición ecologista y lo demás son tonterías. Afortunadamente no eran los 7 u 8 últimos... En fin, que llegamos a Cambria, que dio tiempo a un baño de la ninia y er mushasho en la piscina y nada más que contar de ese día. Bueno sí, que nos alojamos en el Cambria Pines Lodge, que resultó ser una especie de complejo hotelero que, aunque no le vendría ya mal una manita de pintura, era amplio, cómodo, con un personal (otra vez) de lo más amable y en el que, una vez más, el desayuno estaba incluido aunque nos habían dicho que no. Desayuno que fue opíparo y de lo más agradable al solecito en la terraza. Muy bien por el Pines Lodge.


Puesto que ayer era Sábado, hoy es Domingo, eso incluso en la Nueva Nueva España. Dado que por la zona había 3 misiones que quería visitar (y una cuarta que quité del programa por quedar un poco a trasmano) miré los horarios de misas y dejamos a la Santa atender el oficio en la misión de San Luis Obispo (35.280846, -120.665307) mientras yo me daba una vuelta con los ninios por el pueblo. Un pueblo de lo más “chic”, con toda la gente de “brunch”, todo muy pijo y tal… bueno, todo menos las paredes de un callejón que tienen literalmente cubiertas enteras de chicles pegaos. Asqueroso. Aparte de pasear por el pueblo teníamos como misión comprar víveres para comer en la siguiente parada AnlTVECI, S pero, a pesar de haber tanto chic en el downtown con el brunch en la morning del weekend… supermercados o tiendas de bocatas para llevar, ni una, lo que tendría funestas consecuencias, como veréis. Al menos, er mushasho descubrió aquí el ROSS dress for less y en LA tendría oportunidad de demostrar en otro establecimiento de la cadena que ha salido tan agarrao como su padre, que aún tiene la cara de Franco grabada en la palma de la mano de lo fuerte que agarró el primer duro que le dieron. La misión, por cierto, está plenamente integrada en el pueblo al que da nombre y en perfectísimo estado de revista. Por lo general el lugar transmite una sensación de lo más agradable, brunches aparte. Justo al lado de la misión hay un riachuelillo y varios locales con terraza que dan al mismo.

Misión de San Luis Obispo. Aquí no se ve la estatua de Fray Junípero, pero está.
O estaba, si no se la han cargado a estas alturas.


Bien entrada la fase de preparación del viaje había descubierto a escasos 25 km de San Luis Obispo un lugar más que propicio para la expansión de ninia, mushasho y adultos alike: nada menos que una playa en la que se entra con el coche, puedes alquilar buggies, quads y similares, cosa que no pensábamos hacer, pero al menos sí conducir por la arena, melena al viento, esquivando olas. Moreover, la playa practicable está adosada a un sistema de dunas protegidas que tenía muy buena pinta y, sabiendo como son los USeños, me imaginaba que no muy frecuentado dada su ubicación. Desgraciadamente, al no llevar bocatas preparados al final caímos en la tentación de comer en un garito al lado de la playa con un espléndido sol. Estaba muy lleno y tardamos algo más de lo previsto…. cuando salimos se había echado encima la niebla. La entrada a la playa  motorizable es por (35.105667, -120.630302), pero tras muchas horas de hinbestigación previa (en serio, lo miré y remiré), había determinado que el mejor sitio para aparcar y acercarse al parque de dunas era (35.094004, -120.616519)

Nos allegamos a la caseta que había en el acceso a la playa, desde donde se veían docenas de monstertrucks entrando y saliendo. La guarda me dijo que allá yo, que no estaba prohibido entrar, pero si me quedaba tirado no respondían. Miré a mi derecha y leí, isofato, la mente de la Santa: “Tú sabes con qué parte de tu anatomía vas a tirar del coche si empanzamos ¿verdad?”. Así que el poderoso Eclipse se quedó sin disfrutar en la arena de la Oceano Beach. Media vuelta y a las dunas. Echamos un rato largo de lo más agradable. Solos, solitos. Pena de niebla, porque el sitio mola mucho. Lo de pena de niebla es por las fotos, en vivo la mezcla de dunas, niebla y soledad daba un aspecto de lo más surreal onírico* que resultaba bastante atractivo. Un rato, al menos.

* Me requiere un lector a eliminar el inexistente palabro "surreal" de un texto como este, cuya brillantez raya con el virtuosismo. Para un lector que tengo que, además, tiene razón, le voy a hacer caso, aunque creo que el palabro definía mejor lo que allí había. Para mí, al menos. Pero vamos, que sea, que surreal fuera, onírico dentro.

¡Ese Panoly!


Esa noche ya acabábamos durmiendo en El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río de Porciúncula, en adelante L.A. o, incluso, LA por economía de bytes, aunque me había dejado convencer en mala hora para elegir hotel en Santa Mónica. Error, pero ya llegaremos a ello. 

Decía que esa tarde teníamos bastantes millas por delante y aún una parada que me interesaba pero que en el programa estaba en categoría amarilla (Hay 4: negra, roja, amarilla y verde, ya pondré un pantallazo del excel). Otro error, debería haber sido categoría negra. Afortunadamente pillaba de camino y, aunque no hicimos esfuerzo por ello, llegamos antes de que cerraran. Se trata, ni más ni menos, de la única misión que nos transmitió, sobre todo a la famiglia, la sensación de lo que fueron, cómo lo fueron y por qué lo fueron. Ninios y Ninias, si queréis entender de un vistazo lo que supuso España en California y cuál fue el origen verdadero del estado más potente de los EEUU, con un PIB casi el triple que el de España, tenéis que visitar la Purísima de Lompoc. Da talmente la impresión que un día de 1821 los frays y los soldados españoles se piraron y todo está cómo quedó ese día. A ver, está completamente reconstruida, cuando se abandonó llegó a quedar en ruinas, pero lo han hecho con criterio y sentido. Creo que hay alguna otra misión en un estado parecido, pero más a trasmano, ésta es muy accesible. Aquí nos sorprendió la imagen que veis en la foto, que además contribuía a la sensación que os he dicho antes. La "Misión de la Purísima Concepción de María Santísima", que es el nombre completo de la Purísima de Lompoc, fue de las primeras misiones de la segunda etapa, una vez fallecido Fray Junípero y se fundó en 1787 (como es casi obvio por el nombre que le dieron, el día 8 de Diciembre, así que ésta misión también está relacionada con el milagro de Empel). 


Abrimos paréntesis. Os decía antes que es un poco descorazonador ver cómo se trata la historia de esta zona y su relación con España. Sé que el hombre es reo de su época y ahora estamos en una de progresismo(?) salvaje y, a mi juicio, agilipollado, pero, aún así, renegar de tu pasado y hacerlo quitando estatuas de ¡Fray Junípero! es de una menflez que raya con la deficiencia mental severa, pero por el lado de allá. Cierto es que a partir de 1810, con España en la guerra de Independencia contra Francia, las cosas en las misiones de la Alta California se complicaron bastante. Dejaron de llegar suministros e incluso las pagas de los soldados de los presidios que, en cierto modo, quedaron a la buena de Dios (nunca mejor dicho, ya que su sustento pasó a depender totalmente de las misiones). La situación se encadenó con un terremoto en 1812 y con el grito de Dolores y finalmente la independencia de México, lo que dio lugar a un larguísimo periodo de... digamos... descontrol. Esta situación se vio reflejada en el trato que, sobre todo los soldados, comenzaron a dar a los indios. En concreto en la Purísima de Lompoc llegaron a vivir unos 1000 indios Chumash. El día 21 de febrero de 1824, siendo ya México independiente y California parte de su territorio, se produjo una revuelta de los Chumash de las misiones de Santa Inés, Santa Bárbara y La Purísima. La chispa que la ocasionó fue la paliza que el cabo Valentín Cota (natural de Santa Bárbara, California) le metió a un indio vaya Vd. a saber por qué tontería. 

Bueno, no. En realidad sí que lo sabemos. Según nos cuenta el padre Antonio Ripoll (en realidad se lo cuenta a Fray Vicente Francisco de Sarría, a la sazón jefecillo de todos los Frays de la Alta California, pero mis espías paraguayos me han conseguido una copia de la carta), la cosa fue más o menos como sigue: Un indio de la Purísima se desplazó a Santa Inés para ver a un familiar que, parece ser, estaba en la trena. El Cabo Cota le dijo que ni hablar del peluquín y que se fuera por donde había venido. El indio, que no debía estar demasiado a la última de los acontecimientos, contestó: "¿Es que acaso el Rey prohíbe a los prisioneros que hablen con sus familias?" a lo que el cabo contestó "Aquí ya no hay más rey que el capitán" y comenzó la golpiza.

La revuelta duró poco y para finales de Junio las cosas volvían a estar más o menos como antes, tras el perdón a los sublevados por parte del Gobernador. De todas formas, a las misiones no les quedaba mucha vida y sólo 10 años después pasaron a manos privadas. Cerramos paréntesis.

Y ya lo que me termina por sacar de mis casillas es que los que protestan y piden que se borre del mapa a Junípero sean los blancos blanquérrimos de ascendencia anglo o europeda en general que se asentaron en California a partir de mediados del XIX fumigando previamente a todos los indígenas que, hasta entonces, había vivido (casi) tranquilamente con los Frays, que pasearían por los soportales de aquí al lado. Mucho mejor que si no hubieran llegado los Frays, añado (
https://www.wikiwand.com/en/California_Genocide). En serio, vivimos realidades paralelas. En fin, dejemos el temita y echemos el cierre al capítulo, que ya sólo nos queda el camino hasta lo de la Porciúncula y algunas recapitulaciones, seguramente fuera de lugar...

Con Dios.