...Pues aquí seguimos, que no es poco. Espero que todas VVMM se encuentren bien y se estén cuidando el cuerpo y la mente. Puestos a evadirnos mentalmente, se me ocurren pocos sitios mejores que el que estamos abandonando en nuestro relato. En serio, no quiero pecar de pijo, pero Yosemite me impresionó. En fin, vamos al lío.
Nos vamos de Yosemite con otro madrugón ya que el día iba a ser
largo y variado. Iniciamos la octava jornada con unos 2300 km acumulados en el poderoso Eclipse y enfilamos una entretenida carretera hacia la costa. Puesto que la ruta planteada pasaba no lejos de Lodi, no hubo forma humana de que la famiglia evitara que parásemos allí, así que redesayunamos en un Denny's de Lodi, nos allegamos al famoso arco de Lodi a hacer una foto y nos largamos. Tiene pinta de que tenía razón la grandísima Creedence (Oh no!
Stuck in Lodi again!). Lodi parece ser un lugar manifiestamente mejorable para pasar el rato, sobre todo para un abstemio, ya que presumen (ellos) de ser la capital del vino y, en concreto, de la uva zinfandel, del mundo mundial. Como tampoco eran horas para beber continuamos camino atravesando viñedos y campos de nogales. Aquí tuvimos un pequeño percance que nos hizo perder un par de horas que nos trastocaron el día pero, inasequibles al desaliento, continuamos con el programa.
La Creedence soñaba en irse de Lodi en autobús. Ahora tal vez fuera mejor en tren |
La primera parada seria del día era en Sonoma para ver el lugar de la revuelta teledirigida que desembocó en la anexión
de California a los EEUU (previa república de California durante un mes) y la última misión fundada por los Frays
de San Junípero, ésta ya en tiempos de los Mejicanos. Sonoma es la capital del condado y valle del mismo nombre, uno de los dos valles típicos de la producción de vino en California: Napa y Sonoma. Como os decía antes, en Sonoma está la última y la más septentrional de las misiones fundadas por los Frays en California, la de San Francisco Solano (38.293643, -122.455952). Bueno, en realidad es al revés, el pueblo de Sonoma creció alrededor de la Misión, como siempre. Además, fue la única fundada después de la independencia de Méjico, aunque vete tú a saber si los Frays respetaban al Rey de España, al presidente de Méjico, al Papa o a quien. Al menos la calle en la que está la misión se llama Spain St., no Mexico St. La parada no mereció la pena. Nuestra primera Misión del viaje fue un fracaso y la famiglia, sabiendo que había unas cuantas más después, me miró con cierto desprecio. Menos mal que no soy rencoroso... Otra cosilla, en Sonoma vivió y está enterrado el grandísimo Jack London, pero de eso me he enterado después de volver.
Una tatarabuela de ésta trabajó a las órdenes de D. Alfredo. La tataranieta se limita a robar comida a los abnegados turistas |
La estación de radio, al fondo. |
No fue esta nuestra primera vista de la ciudad, pero casi. Está tomada más o menos desde el punto que os digo abajo, antes de llegar a Battery Spencer. |
Alcatraz desde Battery Spencer |
En San Francisco íbamos a estar tres noches. El hotel seleccionado tiene una ubicación bastante buena, aparcamiento incluido en el mismo edificio, una vista peculiar del puente GG y un precio razonable... pero no lo puedo recomendar. En cualquier caso, es este.
Vista desde el balcón de nuestra habitación en el Lombard Inn. Junto con el aparcamiento, lo único bueno del garito |
Teníamos por delante dos días en San Francisco. En la fase de preparación anduve buscando una lavandería cerca del hotel (iluso de mí, lo difícil era encontrar 100 m de calle sin una) y un alquiler de bicis por la zona. Maté dos pájaros de un tiro ya que mirando en Street view la pinta de un negocio de bicis vi que la puerta de al lado era una lavandería, tan al lado que eran el mismo negocio. Unos señores asiáticos muy amables, que casi no hablaban inglés, que nos hicieron la colada y nos alquilaron unas bicis en un estado manifiestamente mejorable. Porque...Sí, amiguitos, la primera mañana de nuestra estancia en Frisco íbamos a cruzar el Golden Gate en bicicleta. Gran idea. Si alguien va a San Francisco en las próximas semanas y se encuentra un bofe tirado por la calle, es mío. Que me lo traiga, por favor. Arrastrar a la ninia por esas cuestas llevó a Panoly Delgado Induráin al límite.
Cuestas muchas San Francisco tiene... la fuerza de tu lado debes tener, joven Panoly. |
¿Creíais que os engañaba con lo de la niebla localizada? |
NOTA: Releo
y creo que no se entiende bien lo de la bici. Resulta que hay una
empresa (sausalitobikereturn.com) que se hace cargo de tu bici de
alquiler en Sausalito y la llevan ellos de vuelta a SF para que tú
no tengas que ocuparte de ello. Esta empresa tiene pinta de ser
completamente ajena a los alquiladores, pero tiene acuerdos con todos
o casi todos para devolverles las bicicletas. Nosotros volvimos con ellas en el Ferry y las devolvimos en persona.
Baker Beach. Por la tarde se fue la niebla. |
Un clásico muy mal ejecutado en la esquina entre Powell y California St. |
Terminamos cenando temprano en un japonés muy auténtico en el que éramos los únicos no asiáticos y cruzando a Treasure Island para sacar la típica foto nocturna de los rascacielos. Para remate estaban de obras, aquello era un lío y al final hubo que conformarse con un punto de vista más desviado e incómodo. En medio de un vendaval. Bien de noche. Mucho frío. Todo muy deprimente y yo con la sensación de haber fallado en la programación del día como una escopeta de feria.
Panorama de la ciudad desde Treasure Island |
En
general he de decir que San Francisco me decepcionó un poco, lo recordaba
más interesante de la vez anterior que estuve. De todas formas, lo
más peligroso de San Francisco no son ni las cuestas, ni los
tranvías ni los perjudicados mentales. No, no, no…. son los
Teslas. En San Francisco, 5 de cada 4 coches son Tesla. Estoy
convencido de que todos los afortunados poseedores de uno tienen una
F150 con la que consumen gasolina como si no hubiera mañana de
viernes a domingo, pero esa es otra historia. Me da a mí la
impresión de que las ITVs de California no miran mucho el nivel de
ruido de Harleys y Ducatis (principalmente) ni de Camaros, Chargers y
Challengers (aunque 5 de cada 4 coches sean Tesla, aún queda sitio
para muscle cars macarroides. Pintaza tiene el Challenger Hellcat,
por cierto) y cuando vas por la calle y pasa un Challenger, te
aturde. Luego pasa una Ducati escapelibre y te ensordece. Finalmente
un Tesla del que no te habrías percatado ni aún con oido de tísico
hace una demo del “ludicrous mode” saliendo de un semáforo, te
embiste y te lanza al interior de la niebla misteriosa.
Es
más que posible, en cualquier caso, que la decepción haya sido en
buena parte por mi culpa, por una mala elección de los itinerarios y por haber sido demasiado ambicioso por un lado y haber dejado demasiados puntos de interés fuera por otro,
pero esto no se lo digáis a la Famiglia. Encima al día siguiente
había madrugón. Para variar.
Pero de eso hablamos otro día.
Con Dios.
Pero de eso hablamos otro día.
Con Dios.
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